Sinterklass is coming to town!

Hola duendes!

Como os conté el lunes, esta semana ha sido especial, porque han caído los primeros copos de nieve por la zona. Me parece que ha sido una ola de frío polar que ahora mismo está con vosotros, o al menos ha estado, pero a pesar de ser algo pasajero me ha encantado ver esos paisajes nevados, recorrer las calles entre montoncitos de nieve… lo que ya no me ha gustado tanto ha sido la segunda parte, la del hielo… esa no es tan divertida. Porque tú no lo ves, pero el hielo está ahí. Lo que de lejos parece un inocente charquito, es en realidad un trozo de hielo asesino que te hará resbalar y pegarte una toña, trompada, guarrazo, ñespla… (y así hasta completar la lista de sinónimos que habéis ido dejando en el post de los golpes… jejeje)


No ha nevado tanto como para poder hacer muñecos de nieve, pero sí como para hacer guerra de bolas y volver a los 7 años. Por cierto, que yo no sabía que las bolas de nieve podían hacer tanto daño… ¡que no os pille ninguna de pleno!
Y todo esto sirve como aperitivo a la llegada de Sinterklass, que en apenas una semana nos visitará. Que ¿quién es Sinterklass?

Pues cuenta la leyenda que este entrañable personaje viene a Holanda todos los 18 de noviembre desde Madrid (curiosamente en barco) a traer regalitos a los niños, y que si estos no han sido buenos se los lleva con él de vuelta a casa. Ese día llega al país, pero no entrega los regalitos hasta la noche del 5 de diciembre, la semana que viene… y tenemos unos nervios con su visita… jajajaja

Sinterklass viene acompañado de su ayudante Zwarte Peter (Peter el negro) y… de toreros y flamencas (claro, como vienen de España…) (esto es real, que van con él el día de la cabalgata!)

Desde hace un mes más o menos, las ciudades están decoradas con motivos de Sinterklass (y luego empalman con la Navidad, claro) y en las tiendas se pueden comprar las cosas típicas: letras de chocolate y galletitas de canela (son una perdición, como pipas, comes una y no puedes parar)

Por cierto, hablando de pipas… no hemos encontrado pipas por ningún lado! Así que la solución que se nos ha ocurrido es pedírselas a Sinterklass, que justo el viernes que viene vendrá a la estación de tren y nos podremos hacer fotos con él. Ya os contaré si me trae regalitos!